Son las dos corrientes literarias fundamentales de la segunda mitad del siglo XIX. Surgen para reflejar la realidad tal como es, como una reacción contra la estética romántica y sus excesos. Utilizan especialmente la novela, por su gran extensión y permitir reflejar múltiples facetas de la sociedad (historias, caracteres, ideas…).
Realismo:
Se interesa por la realidad externa, frente a la exhibición de la intimidad del autor del Romanticismo. El autor habla de lo que le rodea, y no de sí mismo, observando todo meticulosamente e intentando dar una referencia objetiva de eso. La atención se centra en lo próximo y fácilmente observable más que en lo lejano y exótico. Se tiende a hablar de escenas de la vida cotidiana y de temas económicos, sociales e ideológicos del momento.Se utiliza una expresión sobria y precisa, cediendo la intención estética frente al propósito docente. Frente al idealismo y apasionamiento romántico, el autor se caracteriza por un espíritu sensato, moderado y práctico, es decir, burgués.
Los personajes están sacados de la vida de la época (descripciones minuciosas, físicas y psíquicas). Usan un lenguaje adecuado a cada uno, mezclando lo culto y lo vulgar, con giros coloquiales, muletillas… Se relaciona la vida privada de los personajes con la vida pública en la que se desenvuelven, cercana al escritor y al lector.
Los personajes están sacados de la vida de la época (descripciones minuciosas, físicas y psíquicas). Usan un lenguaje adecuado a cada uno, mezclando lo culto y lo vulgar, con giros coloquiales, muletillas… Se relaciona la vida privada de los personajes con la vida pública en la que se desenvuelven, cercana al escritor y al lector.
Los escenarios son cercanos y reconocibles por el lector (calles, casas y paisajes próximos y reales).
El narrador es omnisciente: conoce perfectamente el ambiente, a los personajes y valora y emite juicios sobre ellos o los hechos. Se plantean posturas ideológicas y reflexiones sobre los valores morales de la sociedad.
El narrador es omnisciente: conoce perfectamente el ambiente, a los personajes y valora y emite juicios sobre ellos o los hechos. Se plantean posturas ideológicas y reflexiones sobre los valores morales de la sociedad.
Naturalismo:
Surge hacia 1870, derivado del Realismo, pero con algunos elementos nuevos.
Su autor más significativo es Émile Zola.
Aparece marcado por el determinismo positivista: los hechos psíquicos que obedecen a leyes tan inexorables como los fenómenos físicos.
Se escogen ambientes de degeneración y miseria y personajes marginales para mostrar los instintos más brutales y primarios del hombre y la opresión ejercida sobre los humildes por una sociedad injusta. En consecuencia, asume un compromiso social y político frente al egoísmo de la poderosa clase burguesa.
Su autor más significativo es Émile Zola.
Aparece marcado por el determinismo positivista: los hechos psíquicos que obedecen a leyes tan inexorables como los fenómenos físicos.
Se escogen ambientes de degeneración y miseria y personajes marginales para mostrar los instintos más brutales y primarios del hombre y la opresión ejercida sobre los humildes por una sociedad injusta. En consecuencia, asume un compromiso social y político frente al egoísmo de la poderosa clase burguesa.
EL REALISMO EN ESPAÑA
Por encima de los demás géneros, utiliza la novela, por considerarla el vehículo más adecuado para reflejar la sociedad y la realidad. Comienza con la aparición, en 1868, de La fontana de oro, de Pérez Galdós. Hay varias tendencias dentro del realismo, según los aspectos de la realidad que reflejan y las orientaciones ideológicas.
Idealizante:
Se fija en la parte más amable de la realidad, rehuyendo los aspectos más crudos o desagradables. Tiene una intención moralizadora que lleva a deformar, en algún caso, lo que desaprueban (lo moderno, la ciudad). Autores:
o Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891)
Se fija en la parte más amable de la realidad, rehuyendo los aspectos más crudos o desagradables. Tiene una intención moralizadora que lleva a deformar, en algún caso, lo que desaprueban (lo moderno, la ciudad). Autores:
o Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891)
Puede considerarse como punto de transición entre el Romanticismo y el Realismo.
Describe con más entusiasmo romántico que con precisión y objetividad realista.
Destaca por la gracia y amenidad de la narración y el colorido de las descripciones.
Obra: El sombrero de tres picos, El escándalo y otros relatos cortos.
Describe con más entusiasmo romántico que con precisión y objetividad realista.
Destaca por la gracia y amenidad de la narración y el colorido de las descripciones.
Obra: El sombrero de tres picos, El escándalo y otros relatos cortos.
o José María Pereda (1833-1906)
Sus primeras obras son cuadros de costumbres y, posteriormente, hace novelas de tesis
Defiende las ideas tradicionales, resultando anacrónico en sus planteamientos. Se caracteriza por una acción lenta y monótona y por sus descripciones. Es el mejor paisajista de su generación, mostrando una naturaleza épica, cuyo aspecto grandioso describe con enérgicos rasgos. Obras: Sotileza, Peñas arriba.
Defiende las ideas tradicionales, resultando anacrónico en sus planteamientos. Se caracteriza por una acción lenta y monótona y por sus descripciones. Es el mejor paisajista de su generación, mostrando una naturaleza épica, cuyo aspecto grandioso describe con enérgicos rasgos. Obras: Sotileza, Peñas arriba.
Esteticista:
Parte del intrínseco valor artístico de la obra, sin servir a otros intereses (especialmente moralizadores).
Tiende a buscar la belleza, excluyendo lo feo y desagradable.
No copia la realidad, pero tampoco la deforma: se basa en la observación, los recuerdos y la experiencia.
Parte del intrínseco valor artístico de la obra, sin servir a otros intereses (especialmente moralizadores).
Tiende a buscar la belleza, excluyendo lo feo y desagradable.
No copia la realidad, pero tampoco la deforma: se basa en la observación, los recuerdos y la experiencia.
o Juan Valera (1824-1905)
Su buen gusto, elegancia, liberalismo, escepticismo e ironía le alejan de cualquier compromiso ideológico.
Repudia los excesos románticos, pero también le molesta la literatura de tesis y el afán de exactitud realista.
Solo le interesa crear una obra de arte, de modo que trata la realidad con una leve estilización embellecedora.
Se centra en los temas amorosos, eludiendo el conflicto trágico.
Cuida especialmente el análisis de la psicología de los personajes.
Obras: Pepita Jiménez, Juanita la Larga.
Realista pura:
• Pretende mostrar la realidad del modo más objetivo posible, sin desdeñar ningún aspecto de ella.
• Autores destacados: Pérez Galdós y “Clarín”.
Naturalista:
• En sentido estricto, no se dio nunca en España, aunque influyó en algunos autores.
Repudia los excesos románticos, pero también le molesta la literatura de tesis y el afán de exactitud realista.
Solo le interesa crear una obra de arte, de modo que trata la realidad con una leve estilización embellecedora.
Se centra en los temas amorosos, eludiendo el conflicto trágico.
Cuida especialmente el análisis de la psicología de los personajes.
Obras: Pepita Jiménez, Juanita la Larga.
Realista pura:
• Pretende mostrar la realidad del modo más objetivo posible, sin desdeñar ningún aspecto de ella.
• Autores destacados: Pérez Galdós y “Clarín”.
Naturalista:
• En sentido estricto, no se dio nunca en España, aunque influyó en algunos autores.
o Emilia Pardo Bazán (1851-1921)
• Defiende en un principio las ideas del Naturalismo, aunque posteriormente evoluciona a una novela de tipo espiritualista y simbólico.
• Obras: Los pazos de Ulloa, La madre naturaleza.
• Obras: Los pazos de Ulloa, La madre naturaleza.
o Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928)
Ambienta sus novelas en su Valencia natal y alrededores.
Describe la vida de los pescadores y huertanos con gran brillantez de color y enorme fuerza plástica, y con enorme dureza.
Obras: Arroz y tartana, La barraca, Cañas y barro.
Describe la vida de los pescadores y huertanos con gran brillantez de color y enorme fuerza plástica, y con enorme dureza.
Obras: Arroz y tartana, La barraca, Cañas y barro.
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